martes, 16 de julio de 2013

El segundo



El “segundo” nos encuentra menos prolijas y obsesivas…
Se aguanta más tiempo con el pañal mojado.
Come chocolate y toma mate antes del año.
No sabe de rutinas ni de horarios fijos.


El “segundo” debe soportar bastante menos nuestros temores e inseguridades…
No corremos a la guardia por una simple fiebre.
No necesita ni adaptación en el jardín.


El “segundo” aprende a la fuerza el significado del verbo compartir…
Anda muchas veces con ropa heredada. 
Casi nunca sale solito en una foto.
Aguanta estoicamente caricias violentas y besos pegajosos de su hermano.


Y lo más importante: el “segundo” corrobora lo que ya sospechábamos (a pesar del inmenso miedo)… que es posible enamorarse de otro hijo, con la misma pasión e intensidad.



Y ustedes... ¿Cómo viven, vivieron o se imaginan viviendo la llegada del segundo?



No hay comentarios:

Publicar un comentario